Lee Friedlander nacido en el año de 1934 en Seattle, aunque
su desarrollo en la fotografía se dan en California; considerado por muchos
medios unos de los mejores fotógrafos americanos, con su Leica hicieron escuela en el paisaje social
influenciado por el arte pop, así busco mostrar una nueva alternativa al mundo
de la fotografía, en cual destaco rompiendo moldes, su trabajo fue apartándose de los mayores fotógrafos de las últimas décadas como
Garry Winogrand y Diane Arbus con los que en la década de los ´50 comenzó a
relacionarse.
Su primer acercamiento en la fotografía fue en la adolescencia, siendo el cuarto obscuro y
la magia del revelado lo que atrapo a Friedlander, terminando sus estudios con
Edward Kaminski en el Art Center School de Los Ángeles, busca la trasgresión de
sus fotografías. Siendo un fotógrafo freelance va New York y mientras fotografiaba las calles
iba forjando su particular estilo, con una composición geométrica, compleja y
rompedora.
Trabajó para Atlantic Records en una
época gloriosa para el género y suyos son algunos retratos inolvidables a Duke
Ellington, John Coltrane, Charlie Mingus o Miles Davis, y fue tan grande su
desempeño que logro capturar el sonido y la fuerza de cada artista, logrando
que espectadores captaran la grandeza de cada compositor.
Walker Evans y Robert Frank. Fueron fuertes puntos de inspiración, pero sin caer en la copia. Crea un estilo propio en el que empieza a fotografiar lo banal para transformarlo en arte. En esos años el arte pop era pan de cada día y Friedlander utilizo una multitud de elementos urbanos, de interior y exterior en su fotografía. Dando un enfoque a sujetos banales, letreros y señales viales que se armonizaban a su extra composición. Continuaba explorando el paisaje social, y mostrando la evolución que se vivía en los Estados unidos pasando de imágenes muy contrastantes y una visión con una gran gama de grises.
Otro
elemento cotidiano de la época que tuvo importancia crucial en su fotografía
fue el automóvil. Desde el viaje al volante y capturando el paisaje que
encontraba utilizando el marco de la ventana como encuadre para resaltar los
objetos banales como espectaculares, estatuas alimentando más su estilo.
Un
episodio obscuro en la vida de Friedlander fue cuando sufrió artritis que lo
llevo a una operación de rodillas, siendo un golpe muy duro, ya que limitaba de
cierta forma la exploración del paisaje, pero utilizo este descanso para indagar
mas en la autoexploración y de los objetos que tenía a su alrededor así como
algunos autorretratos, representados en la silueta y el juego de su sombra en
los objetos ó personas.
El mudo de Friedlander
tiene un baraje muy extenso de temas y enfoques, desde sus inicios con el jazz
hasta las exposiciones que marcaban décadas completas a través de sus ojos y se completaban con sus libros, el no buscaba
sacar una foto perfecta el intentaba archivar momentos reales.